de noche crecías en las murallas te contuve me hiciste saltar al vacío que no era tan vacío si el vacío es la nada había tormentas y había llaves buceé y volé las tinieblas esas, me escondiste, siempre detrás de tus rastros, siempre al ritmo de mis llantos, te regué de lágrimas de estigmas, me escuchaste un poco, cuánto un ochenta , un cien no es demasiado…
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