Ásí es – part one

 

De ese día me acuerdo. Evitamos temas comunes. Nada de que lo que solo ambos podamos hablar. Nada de “te acordás ese día que…” estallando por encima de todo. Menos que menos mirarnos a los ojos. Al toque te fuiste a tu casa y no supe… más . Tu “que haces” careta y después nada. Olvidate de mí de mi amor incondicional de mierda.  Tres días, ocho, tres semanas, dos meses que me derretí el cerebro pensando en qué hacer para que quieras saber que estoy haciendo ahora, o hace quince minutos, qué pienso, qué dije, qué podes hacer para que sonría. Para vos nada es suficiente, no se , no puedo controlarlo se me fue de las manos …cómo hago para olvidarme. Y bueno, sí. Volviste. O  no sé como llamarlo. Dos palabras de intro  para acostumbrarnos. Luego temas comunes que no nos comprometan. Hacemos un catch up de los que nos rodean, que tal esto, que tal lo otro, que ja ja ja. Charlamos con el los de al lado. Nos estamos riendo, me guiñas el ojo, más nos reímos, y volvemos a donde estamos. Pensando que somos los únicos acá y allá dónde nadie nos mira o no nos importa quién lo haga no llegamos a nada. Tapizamos la incomodidad con palabras vacuas. Más tarde es de noche y hace frío. De acá para allá por las calles del centro. Sin saber dónde parar. Sin conversación comprometedora. Ojalá no estuviera acá y no sintiera que me dan shocks de angustia que me dejan sin poder mover el cuerpo. Tan lento…  Se me pegan los pies al suelo, me transpiran las manos; la lengua…me olvidé,  me olvide de las palabras de cómo se habla, de qué se dice, qué hago, como tragar saliva y cómo encontrarla.  Nos sentamos ahí esperando que los que faltan vengan y yo me vaya porque “acá  no quiero más nada”.  Es de noche, invierno, el frío del piso me está quebrando. Me hago la loquita y al final el frío me penetra el cuerpo y me arden tanto tus palabras. Me agarraste la mano. Me mirás. Pensaste un segundo, sí, te ví. “Por qué temblás tanto?”. Qué se yo por qué temblaba era más que frío, pero que iba a hacer? decirte  vos me hacés temblar?  tiemblo por que te tengo miedo? por que tengo miedo? miedo de que no estés más? no pá, No llegue a  ser tan  estúpida, pero tanto me estoy acercando… Igual, al caso, estaba como quería. Es todo lo que necesito, mirarte así sin decir nada y que me entiendas. “ no sé por qué estoy temblando, tengo frío”. Y me abrazaste y una onda cálida me alcanzó el cuerpito .Flaye. O no. O qué me pasaba.  Todo el tiempo así. Pero claro, bueno, el tiempo pasa, y llega el momento en que todo se corta y volvemos de nuevo a lo de siempre. Los demás, prepararse, ver que hacemos. “Ah , yo me iba”. Me acompañan hasta el bondi, chau, a  vos te saludo último y mejor, claro- “Ni nos vimos”.